Tipología:
Tipología:
Nombre del Castillo:
Castillo de Moya / de Los Cabrera / de los Bobadilla
Población:
Despoblado de Moya
Provincia:
Cuenca
Estado:
Ruinas
Datos de Interés:
Esta zona estuvo bajo el control musulmán. Pero no se conocen a día de hoy, restos musulmanes ni ninguna fortaleza de origen árabe en donde se levanta el Castillo.
Alfonso VIII, en 1210, tras la conquista de El Cuervo, Castielfabib, Ademuz y Serreilla por Pedro II de Aragón, pobló Moya. Fernando III la consolidó y le concedió fueros y privilegios y en torno a la villa. Con el tiempo se agregaron otras tierras y otros pueblos formando una unidad geográfica que aseguró las fronteras castellanas lindantes con Valencia y Aragón. En 1215, Enrique I da la villa en privilegio a la Orden de Santiago. Este fue el comienzo del azaroso Señorío que terminará con su elevación a realengo en 1319 y a marquesado en 1480.
También en estas fechas el Arcediano de Cañete pasa a Moya cuando Fernando III convierte a Cañete en aldea de Moya en 1.231 y le concede los derechos de Portazgo que Alfonso VIII había concedido a Cañete en 1195: ….. “Quia vero villa quae dicitur Moya postmodum populata fuit, portaticum quod solebat percipi in Caneto, quae nunc est aldea de Moya, percipiatur in Moya….” …Porque la villa que se dice Moya se pobló después el portático que solía recibirse en Cañete que ahora es aldea de Moya, que se reciba en Moya»
En 1319, Fernando IV declaró esta villa patrimonio de la corona. Juan II dio Moya al Marqués de Villena en 1451 contra el que se resistieron los moyanos con éxito. En 1463, Enrique IV hizo donación del señorío de Moya a D. Andrés de Cabrera, el “buen vasallo”. También entonces se opusieron los moyanos a este nombramiento. No pudo tomar posesión el nuevo Señor hasta 1475, cuando los Reyes Católicos confirmaron esta donación, pues Moya siempre estuvo de parte de Isabel I, La Católica, en el proceso sucesorio. Esto le valió a Moya que de señorío se convirtiera en marquesado el año 1480.
Durante los siglos XIII y XIV algunos caballeros moyanos participaron en numerosas empresas militares. Desde su elevación a Marquesado, Moya se personificó en sus Marqueses. Los años grandes fueron los de sus primeros Marqueses, D. Andrés de Cabrera y Dña. Beatriz de Bobadilla. También Moya escribió páginas de lealtad a la Corona en la época de las Comunidades yendo contra las Germanías.
Las Casas de Villena y de Moya se unieron por matrimonio de la tercera Marquesa de Moya, Luisa de Cabrera, con Diego López Pacheco, marqués de Villena. En el siglo XVII sigue Moya engrandeciéndose. Su arcedianato es muy solicitado por ilustres personajes.
Puede decirse que en el siglo XVIII Moya entra en su decadencia. Desaparecen de estas tierras las familias de los Albornoces, Cabreras, Carrillos, Pachecos. Sólo los Zapata permanecerán más tiempo.
En el siglo XIX aún escribirá Moya unas páginas de gloria: Se convierte en centro de la resistencia anti francesa en 1808. Por ello Moya volvió a sufrir de nuevo saqueos y destrucción. Su historia puede terminar con su participación en las guerras carlistas. Del lado de Isabel II, sufrió feroces ataques de Cabrera y la destrucción en 1835.
El siglo XIX es el fin de Moya, de su importancia, de su prestigio y de su grandeza. Las nuevas orientaciones políticas y administrativas y la desamortización hicieron que los 36 pueblos de su jurisdicción multisecular se separaran. Incluso comenzaron a desmoronarse sus muros y a disgregarse sus habitantes por los barrios anejos más próximos. Proceso que durará hasta bien avanzada la primera mitad del siglo XX.
En cuanto a las características del castillo, aún conserva los lienzos de sus murallas, la techumbre, la torre del homenaje, varios torreones, algunas de las puertas de acceso y hasta el pórtico y espadaña de la iglesia.
Posee una torre cilíndrica en cada extremo y en el centro la puerta de entrada flanqueada por 2 torreones cilíndricos, volados sobre arcos en semi circulo ojivales que imitan las cornisas de matacanes.
En el interior, el patio de armas tiene una robusta torre del homenaje, que debió ser construida en el siglo XIII.
El castillo de estructura simple y planta irregular y alargada, cuenta con 3 recintos:
Recintos amurallados.
En orientación noroeste-sureste circundado por 5 recintos amurallados cuya fábrica responde a distintos periodos históricos (desde el siglo XII hasta el siglo XIV y el siglo XV):
En los distintos recintos amurallados de las ruinas de Moya se abren 8 puertas, construidas en distintos momentos históricos para permitir el acceso a la villa (circundando el perímetro amurallado de sur a norte y de norte a sur, encontramos las siguientes):
Visitable:
Sí